sábado, 7 de marzo de 2015

8 de Marzo

Hoy celebramos en este acto el día internacional de la mujer trabajadora. Un día en el que no solo las mujeres, sino toda la ciudadanía en su conjunto, hombres y mujeres, tenemos que reivindicar la igualdad de derechos en todos los ámbitos de la vida.
En el ámbito laboral, la brecha salarial entre hombres y mujeres es ahora un problema mucho mayor que hace ocho años. El informe Trabajar igual, cobrar igual, que UGT publicó con motivo del Día por la Igualdad Salarial que se celebró el pasado 22 de febrero, ponía de manifiesto la brecha salarial entre hombres y mujeres alcanza ya el 24 %. Ahora, tras estos años de crisis, las mujeres tiene que trabajar 80 días más al año que los hombres para percibir el mismo salario. Este mismo informe que explica que para cobrar una pensión de la misma cantidad una mujer necesita trabajar once años y medio más que un hombre en un trabajo de igual valor.

En los últimos años España ha pasado del puesto 17 a nivel mundial al 29 en igualdad, una "enorme involución cuyas consecuencias pueden ser terribles si no somos firmes" en la defensa de la igualdad salarial y de los derechos.  A finales de 2014 en Andalucía existía una diferencia de casi 6 puntos entre la tasa de paro femenino (37,3%) y la masculina (31,7%)
No podemos permitir que la crisis sea la coartada para recortar derechos, ni justificar ni amparar el retroceso en la igualdad salarial. Son las instituciones las que deben tomar la iniciativa y caben leyes para hacer realidad las reivindicaciones históricas de las mujeres. No hay ninguna razón objetiva que justifique que a las mujeres se les pague menos que a los hombres por igual jornada e igual trabajo.
Y hoy quiero hacer mención también a la violencia de genero.  Durante el año 2014, 53 mujeres fueron asesinadas en España como consecuencia de la violencia machista. Esas 53 muertes dejaron sin madre a 41 menores y  se suman a las que año tras año conforman una “lista del dolor” en la que,  solo en la última década,  han sido incluidas más de 700 mujeres. 
No  tendremos una comunidad sana, si  dentro de ella existe una mujer que sufra la violencia de un hombre. No tendremos una comunidad con futuro,  si  dentro de ella uno de sus niños o niñas convive con la violencia en su hogar. No tendremos una comunidad que viva en paz,  si dentro de ella hay alguien que siga creyendo que la violencia le hace más fuerte. No alcanzaremos una sociedad en la  que la justicia, la igualdad y la solidaridad sean el motor de su progreso,  si seguimos permitiendo la violencia contra las mujeres. No habrá democracia si no conquistamos la igualdad.
Una vez más tenemos que hacer sonar la sirena contra la violencia machista y esta vez,  desgraciadamente,   la sufrida  por una de nuestras vecinas,  que por el trágico final de su agresor,   no puede menos que llevarnos a lamentar su pérdida como ser humano,  sin que eso,  nos haga perder  un mínimo de firmeza  en la repulsa A LOS ACTOS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER. 
No podemos optar por el silencio frente a la violencia contra las mujeres, porque eso nos convierte en cómplices.  No podemos educar a nuestros hijos e hijas en la  desigualdad, si no queremos que sean adultos  y adultas que la justifiquen.  No podremos erradicar la violencia  de género,   si no  luchamos contra  la cultura machista que la sustenta.  Y no serán   suficientes  todos los medios que se pongan para hacerlo, si no estamos todas las  personas para utilizarlos.
Una vez más hay que hacer una llamada a  nuestro pueblo, a nuestra gente, a los hombres y mujeres de Conil, ejemplo en muchos casos de sensibilidad y solidaridad ante el sufrimiento de las personas, para que alcemos nuestra  voz  contra la violencia de género y el silencio no sea el cómplice necesario que perpetúe al maltratador. Sumemos fuerzas  para que nuestros niños y niñas crezcan en valores como el respeto, la tolerancia y la igualdad.  Tejamos redes  para que las mujeres  que están sufriendo  por la violencia de un hombre,  encuentren una salida segura y hagamos  de Conil entre todas y todos,  un referente de convivencia, paz  y ciudadanía.
Os animo a seguir reivindicando y exigiendo la igualdad entre hombres y mujeres. Como hombre, os pido que sigáis haciéndolo, como debemos hacerlo también nosotros. Sobre todo que no caigáis en la trampa de pensar que frente a la crisis económica esto puede esperar. No es un día de celebraciones o de enhorabuenas. Es un día para hacer visible nuestra protesta, y que no nos conformamos ni admitimos lo que está pasando. Es un día para volver a mostraros, a mostrarnos, como colectivos dispuestos a exigir lo que es justo, no lo que nos parece justo.
Quiero terminar con una frase que el subcomandante Marcos dijo en una ocasión que dice: “Cuando una mujer avanza, no hay hombre que retroceda”. Os animo a ello, a avanzar pese a quien pese, porque ese avance es el motor de una sociedad más justa.
Por último  agradecer el trabajo que se realiza desde el Consejo Municipal de la Mujer, donde están representadas todas las asociaciones de Mujeres del Municipio. Al CIM (Centro de Información de la Mujer) y a las alumnas del colegio Fernández Pózar  ganadoras del concurso de Coeducuentos.


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