Las playas requieren mucho esfuerzo para llegar al punto que ahora están, no solo aptas para el baño sino con servicios y recursos necesarios para favorecer la experiencia grata de los que las visitan. Pero sobre todo requieren un esfuerzo de protección, que todo esté previsto, que se piense que este legado natural tiene que conservarse así para futuras generaciones. Para nosotros es básica la protección ambiental, y también, por supuesto, la seguridad del usuario y el bañista. Por eso año tras año realizamos un gran esfuerzo económico, humano y profesional por conseguir llegar a estos niveles de calidad. Como año tras año nos vemos aquí para este izado de banderas, puede parecer que es algo fácil o automático, pero estas banderas simbolizan una inversión continua, un trabajo continuado y muy exhaustivo. Por eso, quiero agradecer a los trabajadores municipales y a los empresarios locales que aportan sus servicios en las playas su esfuerzo. El turista no volvería a Conil si no se encontrara año tras año con playas bien cuidadas limpias, seguras y accesibles.
La Bandera Azul es un sello de calidad internacional, que concede anualmente la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC - FEE) y que viene a ser un reconocimiento ya no solo de la calidad de las playas, como símbolo identificativo, sino también al esfuerzo del Ayuntamiento por acondicionarlas en la gestión hacia un modelo de turismo sostenible.
La “Q”, a su vez, acredita el esfuerzo de mejora continua de servicios, limpieza, accesibilidad, información, socorrismo y gestión ambiental que se ofrece a los usuarios de las mismas. La "Q" se otorga como Marca de Calidad Turística Española, y aporta prestigio, diferenciación, fiabilidad y rigor. Para obtenerla deben superar una serie de pruebas objetivas que garantizan el buen uso del sello. La gestión y concesión de dicha Marca la realiza el Instituto de Calidad Turística (ICTE), a través del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
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